Un punto de encuentro para ciclistas que quieren compartir experiencias, consejos, amistades.


Ciclismo para viajeros

Cuando decidimos emprender un viaje en bicicleta, hay muchas dudas e inseguridades que nos asaltan: ¿debo ir acompañado?, ¿qué repuestos debo llevar?, ¿qué herramientas son las escenciales? o, ¿cuál es la ruta más interesante para llegar sin romper la bicicleta? Al menos a mí me ocurrió de esta forma. Es por esto que nace Ciclista Viajero, para aclarar algunas de estas dudas entre todos los que quieran aportar con su experiencia, viajeros, pedaleros, mecánicos, gente del mundo y de las ruedas 26' 2.0

jueves, septiembre 23, 2010

Ruta Pichiquillaipe / Puelo 126 km ida y vuelta



En nuestra intención de conocer nuevas rutas de cicloturismo, nos embarcamos en bicicleta rumbo a Puelo. Nada teníamos muy claro. Daniel y Bernardita fuimos los afortunados en disfrutar de hermosos vientos, árboles, ríos mágicos y lluvia torrencial en medio del pedaleo. No hay nada más increíble que aguantar el cansancio físico y psicológico al subir una cuesta con lluvia y luego de haberla vencido, disfrutar de una intensa bajada, con barro en los ojos y completamente empapados. Entre Pichiquillaipe y Caleta la Arena hay 28 kms, luego debemos cruzar en ferrie rumbo a Puelche, una localidad que da la bienvenida al segundo tramo de la carretera austral. En vez de seguir derecho, tomamos nuestra izquierda, bordeando el estuario del reloncaví, rumbo al río Puelo. El Yaguepe decidimos parar para estirar los pies y recobrar el movimiento tupido por el frío de nuestras manos y pies. El resto, todo bien. Tocamos la puerta y al parecer nuestro aspecto era demasiado impresionante, rapidamente la familia Guerrero Villegas nos acogió, secó nuestra ropa y nos ofreció un lecho para dormir. Es de costumbre encontrar angeles en el camino cuando uno anda en la ruta, en el pedaleo. Porque vas realmente desnudo, confiando completamente en la ruta, el ego queda en cada vuelta que das de una cuesta o en cada río helado en que te bañas. Compartimos agradables palabras con la familia y algunos amigos que estaban ahí esa noche dieciochera. La gran conclusión es que somos todos hermanos, en eso estabamos muy de acuerdo y que la vida debe tratarse sobre conocer al hermano, saber de lo que sabe, mirarlo a los ojos y reconocerse en el otro. El espejo, decía Bernardita cuando me enseñaba a mantener el equilibrio luego de habernos bañado en una cascada mágica.
Al día siguiente emprendimos viaje rumbo a Puelo, a unos 20Km de la casa Guerrero Villegas. El paisaje era cada vez más encantador, cruzamos varios ríos y fue irresisitible bajar por algunos de ellos a conversar con la expresión más pura de la naturaleza. El río está completamente habitado, angeles y hadas cuidan de su entorno, hay vida por todas partes.
Un kilómetro antes de Puelo nos encontramos con un sitio perfecto para acampar. Sin saberlo, nos esperaba una noche de casi luna llena semi despejada muy especial y llamativa, a la orilla de una caída de agua, porsupuesto.
Puelo es un lugar tranquilo. Hay una Plaza, algunos mini mercados y el gran Río Puelo, seguido por un gran puente que cruza el río rumbo al interior.
Al pasar por una gran casa de alerce, reconocimos el hogar de Rosa Villegas, las hermana de nuestra anfitriona en Yaguepe, quien nos había recomendado que pasaramos por su hogar a saludar, así es el sur y así es la gente linda del sur. Rosa no tardó en servir unas empanadas recién cocidas y dos tazas de té. Oscureció en Puelo, conversando con Rosa y sus amistades y emprendimos regreso rumbo a nuestro refugio natural.
Encontramos el lugar perfecto para acampar. Tendimos nuestro campamento y nos deslumbramos con la luna, la caída de agua, el bosque. Recorrimos acompañados de la luna, siguiendo los instintos, buscando a los duendes y las hadas. Volvimos y pasamos la mejor noche del viaje, prtegidos de una lluvia tempranera por arboledas y una pequeña carpa que llevabamos con nosotros.
Al día siguiente, como cada mañana, preparamos manzanas con yogur y zanahorias. Nos alimentamos y dificultosamente nos separamos de tan hermoso lugar.
Decidimos volver sin muchas detenciones. Eran 36 km hasta Puelche y 28 a Pichiquillaipe. Muchas cuestas entremedio, todas conocidas, como cuestas o como bajadas, pero el camino ya estaba recorrido. Comenzamos el pedaleo a las 12:30 hrs y llegamos a casa a las 21:00 hrs. Lluvia, viento, Sol y luna fueron los ingredientes del regreso.
Nueva ruta para los viajeros aventureros que quieran sumarse en un pequeño cicloviaje.
Algunas fotografías aca.






viernes, septiembre 03, 2010

New friends - Martin & Emer


We have had the pleasure to have a nice and lovely couple of trevellers from Ireland, Martin and Emer. They deceided to stay at our place when they knew that will be able to sleep well from the first time at their all trip trough southamerica. So, they came. Daniel and Lily, from the Pichiquillaipe´s Hostel were going to pick them up at the bus station in Puerto Montt. The time arranged was 10:00 a.m. When it was 10:45 they thought that Martin and Emer have chenged their minds about the trip and probably decided to move on to Punta Arenas first. So, to be sure, Daniel and Lily wrote an email to them and let them know that they were waiting for them and that will keep attention to the emailing conversations update. Suddendly, the time came. They Gave us a call. So we took a walk trough the sidewalk by the sea and talk a little about ourselves. They took the lunch tour and Lily gave them a tour shopping some seafood for preparing a Curanto, traditional favorite food of the all world. When the shopping was over, we all took the bus on our way to La Posada. The entrance way is a young beautyful woods and then it comes the house. They cooked togheter and then enjoyed the nice home made food. Then the afternoon had a nice show prepared for these two nice inloved youbg couple, as usually at La Posada, there´s always some surprise around. By night Martin & Emer where able to have a friendly conversation with some else people, take a look of some art books and have "the best night of our all trip trough southamerica", as they said. Next day, they had a plane to catch with destination to Punta Arenas. On their flight back, decided to stay another night at La Posada and could enjoy the all house just for them, with a little detail: They didn´t knew it. Lily wasn´t able to come back home untill they were already out of the place on next day. Find a note on the table saying that they didn´t really ever knew if she was home or not, so say bye and thanks. Lily had to to sleep at her son´s place and couldn´t make contact with Daniel. Anyway, they wrote us an email and then cleared out all doubts, had a nice sleeping anyway and are totally invited to come back anytime.


Another experience in love at La Posada de Pichiquillaipe.
"Your house is beautiful and pichiquillaipe is such a wonderful location, it was really good to have the option of the bikes too even though we didnt get a chance to use them.
The best of luck with your hostel project, I hope it will be a success for you all.
Saludos and a hug
Martin and Emer."

martes, agosto 24, 2010

El viaje / Travelling


Un estado suspendido, atemporal, descontextualizado, virgen, unico, irrepetible, audaz, emocionante, iluminado, brillante, lleno de instantes fugaces y también eternos: el viaje.

Llena el espíritu, responde las cuestionantes que invaden la mente constante-mente, avanza siempre y las decisiones son tomadas en el instante, el instinto está presente en ellas, el rumbo es sagrado. El camino está lleno de sorpresas, que al final no sorprenden pero eso no las hace ser menos sorprendentes. Gente se acerca a ofrecer su espacio para que pases la noche, los policías de pronto se visten de blanco y responden amablemente a tus dudas. Quizás eso ocurre sólo al sur, al sur de Chile y al sur de Argentina, quizás debiera recorrer el mundo entero para poder responder a esta reciente pregunta. El contexto; el sol, la lluvia, el calor y el frío son los amigos que te rodean, aunque probablemente tengas algunos adelante y otro más atrás en la ruta. Algunos suizos que nunca faltan con sus bicicletas equipadas con los mejores instrumentos de ciclonavegación disponibles y una voluntad admirable para ser amistosos, siempre atentos y muy buenos compañeros de ruta. Pero uno pedalea solo. Adelante de tu naríz está la línea de la ruta o la huella del sendero, o simplemente un campo nunca antes pedaleado, rocas de un río helado y la suerte que te entrega el navegar con el norte en el instinto, es realmente impresionante. Uno aprende, todo el tiempo. Cada vuelta de la rueda, cada palabra conversada con ese extraño que de pronto se te hace más familiar, el aprendizaje de la ruta es algo único. El viaje es la mejor terapia de vida. A vivir viajando! y mucho mejor y más autónomo en bicicleta! Y si comienzas por el sur de Chile o tienes que pasar por acá, sin duda la mejor parada es La posada de Pichiquillaipe.

lunes, agosto 09, 2010

The feeling


La reunión perfecta entre el silencio y el sonido del viento. Uno mismo y su entorno y todo lo que pueda haber en la mente y en el alma en esos momentos. No se puede escapar, estás ahí, sentado en la bicicleta, con todo lo que piensas y sientes y debes enfrentarlo, resolverlo. Casi como una figura literaria, vas resolviendo y vas avanzando, la bicicleta siempre avanza hacia adelante, aunque cambies de dirección, vas hacia adelante. Vivir en ese proceso, en el viaje, con esta compañera que no exige palabras, que es una amiga que te acompañará todo lo necesario, debes conocerla bien y saber comunicarte con otros códigos, para que no falle, para que soporte todos los kilómetros con peso que necesitas completar. Y ojalá que no exista tal límite, que la vida te permita un viaje sin unidades de medida, más bien, que la unidad de medida sea la experiencia que vayas obteniendo en este viaje de aprendizaje. La carretera Austral ofrece una alternativa segura y un lugar muy especial para descansar, reponerse, reabastecer y continuar el rumbo: La Posada de Pichiquillaipe. La iniciativa nace de un cicloturista de alma que luego de un viaje exploratorio por el sur de Aregentina, vuelve a Chile por Futeleufú, cruzando a Chiloé y finalmente Puerto Montt. En este lugar tuvo que escoger y construir un hogar, junto con dos amigos, encontraron esta casa en Pichiquillaipe. La Posada ha recibido a muchos turistas desde que estos tres amigos habitaron el lugar. Todos ellos han expresado mucha emoción al salir de ahí, con nostalgia y ansias por volver. Pichiquillaipe es un lugar especial. A tan sólo 100 metros de la playa y envuelto en pequeños bosques de árboles nativos, arrayanes, canelos, maqui e incluso alerces, ofrece un entorno perfecto para la exploración y el cicloturismo. Puedes dormir dentro, en una pieza muy acogedora, o fuera, en el campo con tu propia carpa. Puedes lavar ropa, pedir desayuno e incluso arreglar tu bicicleta en el taller habilitado. Y continuar el viaje rumbo a lo desconocido, que aunque hayas venido antes, siempre tendrá nuevas personas, nuevos caminos y nuevas experiencias esperando por tí.

We speak english very well and we love the bike as much as you do, so let´s get invited to this special place where the love is the only rule.

If you don´t have a bike in Chile, we have one for rent, totally equipped for a nice and safe trip around the Austral Road. Waterfalls, woods, beach, national reservations are waiting for you around La Posada de Pichiquillaipe. Please fell wellcome to contact us and share here in south.


Best of luck!


La Posada group.

martes, agosto 03, 2010

El viajero / ofrendas


El respeto es la única regla del viajero. No sólo para el viajero será esta regla primordial, quizás. Seguramente a todas las personas, independiente de su condición o calidad, el respeto a todo lo que ocurra en ese trayecto es lo que permite que todo salga bien. Viajamos en paz, emitimos esa energía y la vida nos devuelve buenas vivencias, viaje sin problemas y más bien, con sólo buenas experiencias. Unas tiritas de muchos colores, todas agrupadas, son un elemento protector que invoca ángeles según tradición brasilera. No hay realmente cómo corroborarlo, pero no está demás llevar consigo una mochila cargada de ángeles pedaleros. Hay que llevar algo para ofrecer a cambio de pasar la noche de manera segura, en el patio de una casa, en un parque privado. No es que lo pidan a cambio realmente, es que se pasan de buena onda y es rico poder retribuirla con un presente. No tiene porqué ser algo comprado, ni necesariamente algo material, más bien, una habilidad, algo que sepamos hacer y podamos entregarlo a otro a modo de ofrenda.

Una vez llegamos a casa de los Muñoz, en el bolsón. Gente linda, muy amable, se ofrecieron apenas nos vieron en la calle a que durmieramos en su jardín. Y nosotros vimos que ellos tenían un poco de leña en el suelo, en si jardín, mientras una leñera desde el fondo nos miraba con cara de llénenme de leñita a cambio de esta ayudita. Los muñoz eran gente de unos 65 años, sin duda no era tan facil para ellos apilar la leña como lo era para nosotros. En otra ocasión, necesitabamos dormir en Futaleufú. Un gringo loco era el encargado del local de rafting, al ser consultado por si podríamos acampae en su jardín, no accedio inmediatamente. Yo me había percatado de que tenía unas bicicletas en estado deplorable y me ofrecí arreglarlas sin costo, ahí la disposición del grindo se puso de nuestra parte y pudimos descansar en el lugar.


Así que vayamos poniendonos en actitud de viajeros, aprendamos algunas habilidades y llevemoslas con nosotros durante el viaje.


Saludos ciclo viajeros!

martes, julio 27, 2010

Cicloviaje Argentina 2009 (2)


Despertamos en un sitio increíble, super buen clima y energía para continuar el viaje. Realmente, luego de pedalear 22 km de subida sin parar, nos creíamos invencibles, cualquier subida era menos que eso. Continuamos rumbo a La Villa, en el camino tuvimos que detenermos a buscar sitio para acampar y nos encontramos con un campamento adventista, que no permitía la entrada de personas ajenas al recinto, o en este caso a dicha religión. Nosotros no eramos ni católicos, sólo un grupo de tres pedaleros sin lugar para dormir. Muy buena onda el señor Daniel que nos atendió, nos cobraron un poco y pudimos cocinar en su cocina y compartir con la gente que estaba en el campamento. Argentinos y Brasileros dormían ahí esa noche. De verdad, todo se trata de la energía con que andes pedaleando, no quiero pensar que tuvimos suerte por tanta buena onda que recibimos y tanta más que queda por recibir. La gente recibe con cariño a los ciclostas, un poco con esa indomable necesidad de sentir "pobrecito, cuánto llevará pedaleando ya!" Con eso, tienes ganado el cielo. (Y la verdad es que no es tan difícil como parece). Siempre revisando las tuercas, los tornillos, las pastillas de frenos, la regulación de frenos y velocidades, la distribución del peso en la bicicleta. En mi caso, yo tenía una alforja muy alta, que hacía que el eje del peso estuviera concentrado en lo alto de la bicicleta. Eso complicó un poco las cosas en el camino más adelante.

lunes, julio 26, 2010

Ciclo viaje Argentina 2009 (1)



Mi primera experiencia en ciclo viajes comenzó en Febrero del 2009, desde Río Negro hacia el país trasandino. Sin mucha planificación, nos embarcamos con Thomas y Gonzalo en un viaje sin fecha de término ni ruta establecida. Más intuitiva que planeada, sólo alegrías y decisiones fructíferas arriba de la bicicleta, aprendimos a que las cuestas se suben mirando a tan sólo dos metros para adelante, uno más y se transforma en tortura. El cansancio es más bien sicológico. El cuerpo, si utilizamos una relación de velocidades adecuada, puede seguir pedaleando por mucho tiempo más que lo que la mente puede aguantar cuando realmente sabe cuánto le queda por seguir. Un total de 850 km. en 10 días fue el resultado de muchos sueños que se cumplieron en la ruta.
Llegando a la Argentina, luego de haber subido 22 km, con mucha lluvia y viento, finalmente llegamos al hito fronterizo que señala que desde ese momento hasta el paso fronterizo Argentino, serán 17 km de bajada. Unos 70Km/h logramos alcanzar bajando sin frenar; posición cabizbaja y brazos paralelos al horizonte, frenos vulnerables por el agua, en mi caso, el delantero era de disco y el trasero de pastillas V-Brake. Ninguno de los dos hubiera podido frenar bien en un caso de emergencia, sólo la ruta y las buenas energías se encargaron de que nada malo ocurriera y muy por el contrario, grata sorpresa nos encontramos al llegar al paso Fronterizo y la guardia Argentina. Había un local de abastecimiento. Nosotros, empapados hasta más no poder. El dueño del negocio nos invitó a secar nuestras ropas y comer de una carbonada que le había quedado del almuerzo. Estábamos impresionados. Nunca pretendió que le compraramos muchos víveres, nada pedía a cambio de su buena onda. Así es cuando uno viaja confiando en la ruta, ella provee de lo que va siendo necesario. Nos dieron las nueve de la noche sin saber aún donde acamparíamos, al pasar por la frontera, el guardia nos indica: "un poco más allá, por la derecha, econtrarán un sitio permitido para acampar". Estaba oscuro, no sabíamos realmente dónde teníamos que doblar. Instintivamente, viramos a la derecha y llegamos a la orilla de un lago, que sería más sorpresivo y agradable aún, a la mañana siguiente, cuando realmente dimensionábamos en el bello entorno en que nos encontrabamos.

Cicloturismo



Una forma de vida. Sicronía y respeto mutuo para con el entorno. El silencio nunca antes oído, el sonido del viento. La autonomía única que permite viajar con muy pocos recursos y mucha energía positiva, el avance metro a metro y el pasado viajado, la acumulación de experiencias, las personas en el camino, los miles de ángeles que se cruzan: El cicloturismo está bendito.

Esto es el cicloturismo para nosotros, resumido en algunas palabras. En este sitio encontrarán información sobre esta modalidad de viaje, que ojalá algún día pueda ser una modalidad de vida, un eterno viaje en armonía.